La génesis de la Nueva Biblia Americana (NABRE) se remonta a 1936, cuando el Excelentísimo Reverendo Edwin V. O'Hara, D.D., convocó a un grupo de eruditos católicos en Escrituras para planificar una edición revisada del Nuevo Testamento Challoner-Rheims, basándose principalmente en la Vulgata. Este primer paso llevó a la formación de la Asociación Bíblica Católica, encargada de la revisión y traducción, especialmente tras la encíclica Divino afflante spiritu del Papa Pío XII en 1943.
La Evolución del Proyecto
La iniciativa del Arzobispo O'Hara resultó en la formación de la Asociación Bíblica Católica, cuya principal actividad fue la revisión y traducción de la Biblia. Aunque inicialmente conocida como la "Confraternidad de la Doctrina Cristiana" (CCD), la combinación de los libros del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento en un solo volumen la renombró como la "Nueva Biblia Americana" (NAB).
Factores que Motivaron Cambios
La revisión constante es esencial para mantener la autenticidad y relevancia de la traducción. Factores como el descubrimiento de nuevos manuscritos antiguos, avances en lingüística bíblica y cambios en el vocabulario y contexto cultural del idioma receptor son considerados. La importancia de seguir la mejor tradición textual posible, según Divino afflante spiritu, ha guiado esta meticulosa labor.
Pilares de una Buena Traducción
Como destacó el Papa Juan Pablo II, una buena traducción se apoya en tres pilares: profundo conocimiento del idioma y del mundo cultural de origen, familiaridad con el idioma y contexto cultural del destino, y dominio adecuado del contenido y significado del texto. La traducción debe utilizar el vocabulario y modismos del habla cotidiana, como expresó el Papa.
La Revisión de 2010
La edición actual de la NABRE es una revisión exhaustiva de la excelente versión del Antiguo Testamento de 1970. Realizada por cuarenta revisores y una junta de ocho editores entre 1994 y 2001, se esforzó por utilizar las mejores tradiciones manuscritas disponibles y traducir con precisión al inglés contemporáneo.
Consulta de Manuscritos Importantes
En la preparación de 1 y 2 Samuel, se consultaron manuscritos importantes de la Cueva 4 de Qumrán, así como recensiones útiles de la Septuaginta. Fragmentos de Tobit en arameo y hebreo, recuperados de la Cueva 4 de Qumrán, coinciden sustancialmente con la recensión griega Sinaiticus utilizada para la traducción de este libro.
Un Enfoque Ecuménico
La participación de no católicos en el proyecto refleja el espíritu ecuménico, en línea con la sugerencia del Concilio Vaticano II de colaborar con hermanos separados en la producción de traducciones que todos los cristianos puedan utilizar.
Conclusión
La Nueva Biblia Americana, revisada en 2010, se erige como una obra magistral de erudición y colaboración. Su profundo compromiso con la autenticidad textual y su adaptación al lenguaje contemporáneo la posicionan como una referencia indispensable para aquellos que buscan una comprensión precisa de las Escrituras.